Diario reflexivo

 "Cielo de Salamanca"


Hace una semana, mi compañera Lucía Sánchez Herrero y yo visitamos el famoso "Cielo de Salamanca". 



Estábamos pasando juntas la tarde, dando un paseo por Salamanca, cuando a ella se le ocurrió enseñarme esta pintura. Pues, yo nunca la había visitado a pesar de llevar ya dos cursos estudiando aquí. Lo cierto es que me parece que por mucho que lo intente, nunca llegaré a descubrir todo el valor cultural; artístico implícitamente, que Salamanca alberga entre sus calles.


Este rincón se encuentra dentro de una sala, a la cuál se puede acceder a través de una puerta situada en el interior del jardín de las Escuelas Menores. 


Podéis acceder a su ubicación pinchando aquí.

Una vez que nos encontramos dentro, mientras que observávamos esta pintura mural (si te interesa este tema puedes leer más sobre él en una de mis entradas, llamada: grafitti y pintura mural) nos surgieron varias dudas sobre cosas que estábamos viendo y entre las cuáles no éramos capaces de buscar una explicación: el por qué de la inscripción de palabras relacionadas con las constelaciones sobre las figuras y otras que no tenían que ver, algunos personajes, por qué estaba ese mural ahí, quien lo había realizado, en qué contexto... Consecuentemente, iniciamos nuestra búsqueda por internet, con el fin de saber un poco más sobre este rincón.

Al parecer, el nombre de "Cielo de Salamanca" no es su nombre real, sino tan sólo como se le es conocido popularmente. Su nombre originario se corresponde con "Bóveda de la antigua biblioteca universitaria".  

La mencionada bóveda fue descubierta allá por el año 1991, ya que se hallaba escondida en una cámara oculta de la capilla. 

Estudios posteriores indicaron que, tal y como su nombre original nos puede suscitar, esta bóveda mural formaba parte de una biblioteca de la Universidad de Salamanca  y que fue pintada por Fernando Gallego en el año 1480 aproximadamente. Al mismo tiempo, se afirma que lo que ahora conocemos como el "Cielo de Salamanca" supone tan solo un tercio que consiguió salvarse tras numerosas destrucciones en 1761, y que quedaría sumido en el olvido hasta el momento de su redescubrimiento a comienzos del siglo XX. 

Recreación del cielo de Salamanca antes de los avatares, por Vicente Sierra Puparelli.

Otras de las piezas encontradas en su redescubrimiento, desplegadas por el espacio como consecuencia de los mismo fenómenos que provocaron que tan solo permaneciera un tercio de la bóveda, fueron trasladados a un museo también situado en una de las galerías a las que podemos acceder a través del patio de las Escuelas Menores. Esta migración se le encargó a los hermanos Gudiol, quienes la efectuaron mediante la técnica del strappo (consiste en separar la superficie cromática del muro). No obstante, hubo partes que no permanecieron en Salamanca, sino que las condujeron hasta Barcelona.

"Quoniam videbo celos tuos, opera digitorum tuorum; lunam et stellas, que Tu fundasti"
Porque veré vuestros cielos, obra de vuestros dedos; la luna y las estrellas que tú fundaste. 

El anterior es un salmo bíblico del Rey David que aparece inscrito en la cúpula. 

Aquellos nombres de constelaciones que conocíamos que aparecen inscritas son los de Leo, Virgo, Libra, Escorpio y Sagitario. Aparecen cada uno de ellos representados gráficamente, se mantiene la creencia de que antes de la destrucción de parte de la bóveda también se podrían apreciar el dibujo de las restantes constelaciones zodiacales. 

Constelación de Leo
Constelación de Virgo 
Constelación de Libra
Constelación de Escorpio 

Sin embargo, los otros nombres inscritos que conocíamos también son las denominaciones de otras constelaciones (es ciertamente lógico). Éstas son las constelaciones Australes: Hidra, Centauro, Ara, Corona Austral.

Constelación de Hidra, por ejemplo. 

Por otra parte, el sol aparecía representado de la siguiente manera: 

Asimismo, en las paredes de la bóveda, en la parte más baja, podemos divisar cuatro cabezas, que están situadas de tal manera con la intención de representar a los cuatro vientos. 

Tal y como mencioné antes, se sostiene la creencia de que el mural poseía las 12 constelaciones zodiacales, además de las 36 ptolemaicas, lo planetas visibles y la Luna.

Diversos astrólogos defiendes que las fechas más cercanas en las que coincide la posición de las constelaciones en el cielo real a la pintura son las comprendidas entre el 14 y el 29 de agosto de 1475 (primero lo observó, para luego dibujarlo entorno a esta década y la siguiente). Sin embargo, existen muchas discrepancias entorno a estas fechas.

Simulación del cielo de Salamanca en esas fechas. 



Fuentes: 












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